La biomecánica se relaciona también con la medicina, estudia el sistema musculo-esquelético y analiza sus capacidades, tales como la contracción muscular, la flexibilidad, elasticidad, equilibrio , centro de gravedad, la longitud y su aplicación de las palancas, traduciendo todo ello en movimientos en una destreza física corporal.
En la equinoterapia interesa sobre manera aplicarla bien, en la medida que permita, dada la gravedad en el niño, brindar una mejora sustancial, tanto en equilibrio, flexibilidad y fuerza. Hay que recordar que la fuerza se define como la capacidad de ejercer presión en contra de una resistencia, la cual trata de buscar para obtener una posición óptima que permita al discapacitado acoplarse al lomo del
caballo en los aires de paso y trote.
En la gráfica 01 se puede observar cómo los movimientos de avance y de resonancia magnética se producen en un triángulo que inicia en el lomo, teniendo como vértices el cúbito de la mano y la rótula del posterior.
En la gráfica 02 el triángulo se invierte, en otra acción conjunta de su mecánica estructural, teniendo en la cruz (alzada) y la grupa una línea horizontal en sus vértebras, llevando el
muelleo al vientre y también por ambos lados para coordinar sus tres aires de traslado. Llamamos aires a las diferentes formas de desplazarse que tiene el caballo. El caballo tiene tres
aires naturales: paso, trote y galope. Se denomina bípedo al apoyo conjunto de dos pies. Se denomina tranco al ciclo de pisadas, desde que apoya un pie hasta que lo vuelve a apoyar.
Cada secuencia nos marca un tranco del caballo en cada aire. El paso es el aire más lento, con cuatro tiempos. El caballo en este aire avanza en bípedo lateral
(es decir, avanza el pie derecho y después la mano derecha, seguido por el pie izquierda antes de la mano izquierda).
Es un aire marchado, pues siempre hay 2 o 3 pies apoyados en el suelo dependiendo del momento, y simétrico, porque el movimiento del bípedo diagonal izquierdo se repite de manera idéntica
en el bípedo contrario. Se calcula que su velocidad media es de 6 a 7 km/h en un caballo de estatura media.
En la imagen 03 se muestran la secuencia de paso, en la que se marcan los puntos
de referencia mecánica enunciada y en la cual hay desplazamiento muscular de acuerdo con el movimiento de miembros inferiores. En la conjunción de ambos triángulos siempre hay simetría,
pero cuando se acciona del paso al trote, se amplía el radio de acción neurosensorial y por consiguiente la energía del caballo tiene mayor desplazamiento en su musculatura, produciendo
mayor energía y sudoración.